27 de abril de 2024

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Acerca de las diferencias de las técnicas de implante capilar FUSS y FUE, en la clínica capilar de Dr. Bruno Jacobovski

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Los implantes capilares son procedimientos quirúrgicos basados en una intervención ambulatoria menor. Las personas que apuestan por esta técnica lo hacen con el objetivo de acabar con sus problemas de alopecia, ayudando a incrementar su autoestima y mejorar su calidad de vida.

Para la realización de este procedimiento el paciente puede optar por dos técnicas capilares: la Follicular Extraction Unit (FUE) y la Follicular Unit Strip Surgery (FUSS). Ambas son realizadas en la clínica capilar de Dr. Bruno Jacobovski, (@bjclinic_) en Instagram) un cirujano experimentado en este tipo de intervenciones que ofrece diagnósticos gratuitos y planes de pago que se adaptan a las necesidades de cada cliente.

FUSS y FUE: las diferentes técnicas de implante capilar

Las técnicas FUE y FUSS son las más demandadas en la actualidad, ya que ambas ofrecen soluciones efectivas y de por vida a los problemas de alopecia. Dependiendo del caso y del grado que haya que tratar se debe elegir una u otra técnica, razón por la que se debe hacer un diagnóstico previo para conocer que procedimiento es el más conveniente en cada caso, o bien, si se pueden combinar ambas en una misma intervención.

Para la aplicación de las técnicas FUE y FUSS los folículos son extraídos de la zona posterior o lateral del cuero cabelludo del paciente, denominadas “zonas donantes”, ya que en estas el cabello no deja de crecer. Los dos procedimientos ofrecen garantía de seguridad durante la intervención y soluciones exitosas una vez culminado. Para quienes sufren de alopecia, los implantes capilares son una solución ideal para devolver la confianza, incrementando su autoestima y su calidad de vida.

Diferencias entre las técnicas FUE y FUSS

La diferencia más significativa en la aplicación de ambas es su procedimiento. En la técnica FUE el procedimiento consiste en extraer una a una las unidades foliculares del cuero cabelludo para luego realizar los injertos.

En cambio, en la técnica FUSS se requiere de una incisión y el corte de una mínima extensión del cuero, generalmente de la zona lateral o posterior de la cabeza, para obtener varias unidades foliculares.

Con el paso de los años, la práctica de ambos procedimientos ha avanzado bastante y son consideradas muy seguras, ya que se obtiene el 90 % de efectividad tras su realización. Sin embargo, para tomar la decisión de cuál de las técnicas es la más recomendable se debe tener en cuenta una serie de consideraciones que se determinan con la realización de un estudio diagnóstico previo a cada paciente. Independientemente de la técnica que se utilice, el pelo injertado dura para toda la vida en la mayoría de los casos y crece en la dirección habitual, obteniendo resultados con una apariencia más natural.